Trasvases

De una foto a la otra ha pasado casi un año y medio, y por supuesto ha habido un gran avance en la motricidad fina de Adrián.
Ellos crecen sólos, pero si además les ayudamos con actividades como ésta que plantea María Montessori, puede ser que les estemos dando más herramientas para conseguir mayor perfeccionamiento motriz. Se trata de los trasvases. Nos ayudan a mejorar la capacidad de concentración y están relacionados con la pre-escritura.

Se empieza con objetos grandes y sólidos (pompones, garbanzos, piedras de colores…) y de un recipiente a otro directamente. Cuando esto ya lo tienen superado, se puede incluir objetos más pequeños (estrellitas o pan rallado) y por último, agua. También se pueden  modificar las bocas de los recipientes, pues es más complejo insertar pan rallado en una botella de cuello estrecho que en un vaso. Y también se pueden incluir finalmente, una cuchara para el trasvase, pues el equilibrio debe ser mayor. Como siempre en Montessori, se debe delimitar el trabajo en una bandeja, ya que además sirve para ensuciar menos.

Es muy importante no ayudarles, pues lo deben hacer totalmente solos. Cuesta conseguir no intermediar, pero lo mejor es ver su cara cuando lo consiguen. Y poco a poco lo van consiguiendo y van mejorando su autoestima. Para ello, es fundamental el ambiente preparado. Hay que facilitarles los medios para que no se sientan frustrados antes de tiempo y adecuarlo a su edad. Por eso, es necesario tener los recipientes adecuados a sus manitas, deben ser fáciles de agarrar, ligeros y con características adecuadas. Yo compré hace tiempo una jarrita metálica que me ha sido muy útil durante mucho tiempo y sigue siendo.

Siempre existen muchas de estas cosas en los «chinos» o en ikea, tan sólo hay que indagar un poquito.

 

Lo último que hacemos en casa, es trasvasar ya cosas con sentido, es decir, con una finalidad, pues Adrián ya no trasvasa por el simple hecho de perfeccionar la técnica, sino que lo hace si le ve un sentido. Por eso, compré un embudo muy chiquitín (para dificultar la tarea jijiji) y un botecito de cristal, para rellenar la colonia que nos echamos cada mañana. Es tan pequeño porque es el único que no frusta a Adrián cuando apreta el botón para pulverizar la colonia, pues otros pulverizadores anteriores eran demasiado duros para sus deditos. Con mucho cuidado pone el embudo y vierte la colonia de la botella grande en la pequeña. Lo hace él sólo, así que se le cae por fuera porque rebasa el bote, pues tiene muy poco volumen de capacidad y enseguida se llena, pero ¡no pasa nada!, cogemos papel y lo limpiamos. Cada vez que se acaba la colonia, la rellenamos. ¡¡¡Y qué bien huele la habitación!!! porque algo siempre se derrama, jajaja.
Son muchas las actividades que realizamos a diario que suponen trasvases, y que los peques pueden ayudarnos a realizar… regar las plantas, pasar la cena de la sartén al plato, echar la leche para hacer un cola-cao, echar el cola-cao, poner aceite en una tostada, dar el puré a Inés (uff!! qué complicado), comer sopa, comer un yogur, rellenar una maceta con tierra, llenar el vaso de agua en la mesa (en casa tenemos una jarrita de cristal pequeña con la que Adrián se rellena el vaso para las comidas cuando lo necesita)…
Los vasos son de Ikea, y tienen el tamañó perfecto para los peques
Si queréis ver más cosas sobre el tema podéis hacerlo en estas web que nos lo explican tan bien:
 ¿Os ha gustado? ¿Os animáis a plantearlo a vuestros peques?