El paso del tiempo…un concepto tan difícil para los peques

A nuestros peques les es muy complicado entender el concepto «TIEMPO» (junto con la lógica matemática) hasta mínimo los 6 años. Ellos no saben si lo que hacemos es por la mañana, por la tarde, al día siguiente o si faltan varios días o semanas. Por eso, en casa hemos intentado facilitar al máximo este concepto tan abstracto.

La primera vez que intenté explicar a Adrián los días que faltaban para ver a los yayos, tenía aproximadamente unos 2 años. Utilicé algo que él tenía bastante cercano, el sol y la luna. Se fijaba mucho en ellos, a través de los cuentos que leíamos. Así que le expliqué que faltaban 3 veces que se escondiera el sol, para que viera a sus yayos. Me sorprendí gratamente al comprobar que cada tarde me hacía salir a la terraza para comprobar que el sol se estaba yendo y que faltaba una vez menos. Así fue cómo medio entendió el concepto «DÍA». Aunque sigue liándose. La verdad que debe ser por el interés que mostramos en que vaya organizando su cabeza en este ámbito, que repite mucho palabras relacionadas, y siempre nos pregunta cuándo va a pasar algo, o lo dice él mismo, aunque se equivoque. Mañana, ayer, después, cuando nos despertemos, luego, hoy… son conceptos que suele nombrar mucho; aunque insisto, los lía bastante (son complejos).
A continuación os explico lo que hacemos en casa, para ayudarle a comprender mejor y a que no sienta desazón cada vez que le comunicamos que vamos a hacer algo, pero no llega… con estas ideas sabe esperar y tener algo más de paciencia.
De las primeras cosas que hice fue esta retahila de fotos sobre los diferentes momentos de su día. Desde que se levanta por la mañana, va al cole, sale del cole, la tarde, el baño, la cena… Las fotos las vamos actualizando conforme va creciendo, cuando nació Inés, o lo próximo cuando empiece el cole de «mayores». De esta manera, se organizó el orden cronológico en su cabecita y parece que funcionó.
Otra idea que usamos un montón, es este calendario mensual. En cada cuadrito que corresponde a un día del mes, le suelo pegar la foto de con quién vamos a estar (con los tíos, con los yayos, con algún amigo…) o le dibujo qué vamos a hacer (una piscina, el taller de música, comprar el uniforme para el nuevo cole, viajar a Valencia en el AVE…). Para ello, les pedí una foto de carné a cada familiar o amigo con los que solemos estar, y me invento los dibujos conforme van sucediendo las cosas cada día. El caso es que él sepa que cuando faltan tantas veces como nos acostemos por la noche, para que suceda lo que está pintado. Luego, tenemos unas caritas sonrientes para tachar el día antes de acostarnos. Y lo último que incluí fue una pegatina para marcar el sentimiento que habíamos tenido ese día. Por ejemplo, si habíamos sentido contentos, el amarillo. Si nos habíamos enfadado, con mamá o papá o Inés, el rojo. Si habíamos estado tristes por algo, el azul. De esta manera, intentamos explicar cómo nos hemos sentido y recordamos y hablamos sobre lo ocurrido antes de acostarnos. Hay días que no lo hacemos, pues si estamos muy cansados o surge otra cosa, nos olvidamos, entonces hago trampa y tacho yo el día, para dejarlo preparado para cuando llegue Adrián al día siguiente. Pero, creo que la idea es buena.
También cambiamos en cada estación la decoración de la habitación. Esto es más siguiendo el método Waldorf, que le da gran importancia al medio ambiente y la naturaleza. Por ejemplo, los cuadros que tiene sobre su escritorio de la habitación, los decoramos con temas o dibujos relacionados con la estación. Abajo podéis ver los del otoñó pasado. En primavera, los cambiamos por unas flores y hojas que cogimos y las secamos. Y en verano hemos pintado unas conchas de la playa.
Otra decoración que modificamos, es este cuadro del Ikea que se puede rellenar con motivos diferentes, pues es bastante ancho para meter cosas dentro. En este caso, la primavera nos trajo una flor y una mariposa hecha con goma eva.
En la nevera ponemos fotos relacionadas con la época del año, que podemos seleccionar entre todas las que hay en el montoncito de al lado.
También vamos cambiando la foto de Adrián e Inés, del cuarto de Adrián, conforme van creciendo.
Una cosa muy práctica, aunque quizá para algo más mayor, es este cordón hecho de cuentas. Lo aprendí en el Curso Montessori con Céline. Cada estación del año es de un color diferente. Entre cada mes hay una cuenta transparente, para diferenciarlos. Y además yo he señalado con cuatro cuentas más gordas y plateadas, para que se vean bien, los cumpleaños de los cuatro de la familia. La idea es que el peque vea que entre el día en el que estamos hasta su cumple, queeeeeda muuuucho tiempo, y que antes viene el cumple de mamá. O que en invierno queda más para que llegue la primavera otra vez. O que Inés nación en invierno y él en primavera.
Este calendario lo copié del blog Creciendo con Montessori y la verdad que está genial, aunque aún no lo hemos usado pues a Adrián le cuesta mucho el tema de las letras y los números y se pierde bastante. No lo quiero agobiar antes de tiempo. Lo que sí hacemos es poner el tiempo que hace cada día.
En fin, de momento estos son nuestros secretos para intentar entender un poco más el paso del tiempo. ¿Qué os parece? A lo mejor os gusta algo para poner en práctica.