La semana pasada me encantó poder participar de la iniciativa tan estupenda que ha tenido Marta de Pequefelicidad con sus Retos de primavera para niños. Así que me apunté, porque creo que cualquier oportunidad para hacer algo con los peques hay que aprovecharla. ¡Toda idea es buena!

La verdad es que «Arreglo floral» como tal, no ha habido mucho, pero lo que ha estado asegurada ha sido la diversión, el aprendizaje y el contacto con la naturaleza de nuestros peques. Porque el ritmo lo marcan ellos y nosotros les debemos seguir… intentaré en los próximos días, fomentar de nuevo un ambiente propicio para realizar un arreglo floral diferente al que hemos hecho este fin de semana.

Hemos pasado estos días rodeados de naturaleza, así que me animó bastante la idea de este reto.

Cuando le conté a Adrián que íbamos a ir a la mañana siguiente al campo a pasar el día y a recoger flores o piñas para hacer una decoración para casa, no tardó en llevarlo a cabo durante el paseo de esa misma tarde. Y me fue dando flores para que las guardara. Al llegar a casa ya hicimos nuestro primer y pequeño arreglo floral (¡precioso!)

A la mañana siguiente, lo primero que hicimos fue almorzar, pues es necesario coger fuerzas y energía antes de observar tanta novedad. Un platito de jamón y queso para las peques…

¡Y manos a la obra! Los peques vieron tanto… árboles, flores, piñas, palos, piedras, brotes… Adrián descubrió las piñas recién nacidas en un ciprés…

La resina de los árboles…

Las piñas comidas por las ardillas, como en el cuento de «El erizo se va de casa«…

Inés descubrió un mundo… experimentó con los palos…

Seleccionó las flores para llevarnos a casa…

Además, estuvimos explicando cómo el polen se va volando o lo transportan las abejas y vimos cómo son las piñas bebes en los pinos y cómo salía ese polen de ellas…

Descubrimos una higuera sin hojas, pero vimos cómo ya tenía sus primeros brotes…

Entre aprendizaje y aprendizaje, pudimos descubrir lo importante que es la amistad y lo agradable que es trabajar entre amigos…

Nos reímos tanto chapoteando en el agua…

Y disfrutando de la belleza y los aromas que teníamos alrededor…

Probamos e investigamos todo lo que nos encontramos en nuestro camino…

Hasta que llegamos a casa y clasificamos todo lo que nos habíamos encontrado…

Y aquí viene lo que os comentaba, nosotros preparamos y nos planteamos una idea pero luego son los peques los que deciden. Adrián estaba mucho más interesado en desfogar su energía de una manera física, pues jugó al fútbol, al pinpon, al baloncesto, a pillar, al escondite y también estuvo con la bici (en fin, no era su momento floral). Las más peques estuvieron entretenidas observando de nuevo todo lo que habíamos aprendido y traído. Les volví a enseñar cada piedra, tronco, flor y piña. Hicieron un buen aprendizaje sensorial, me encantó ver sus caras atentas…

Como habéis podido comprobar, no realizamos un arreglo floral 100%, pues surgió un tanto espontáneo. Pero me quedo con su diversión y disfrute, de los peques (y nuestra), rodeados de naturaleza y con todo lo que seguro que aprendieron.

Finalmente, me entretuve yo haciendo el arreglo floral que quedó fenomenal. A mí me encantó llevarlo a cabo, porque me relajó y me sacó de mi rutina diaria.

¿Qué os ha parecido? ¿Os animáis?

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Os dejo con la lista de blogs participantes: